Un santo
Para muchos de los que conocen a Alfredo Castañeda, podrán coincidir en que es casi un santo. Los alumnos que hoy lo conocen, quizás dirán que es un viejo renegón, pero no podrán negar que su bondad y preocupación por los demás es un sello de santidad que tiene. Con 80 años a cuestas, cada día de su vida es un ejemplo para los que tenemos la oportunidad de compartir con él en el Colegio de la Inmaculada. Cuando estuvimos en Arequipa, tomé esta foto de él, y sólo hay que verlo, ciertamente es un iluminado de Dios.